Cristina y los Subterráneos

Nos encantaba a Ricardo Núñez y a mí. Éramos fans de esta señorita. Estoy seguro de que se debía a lo que nos inspiraba esa voz, ese pelo rubio, esas guitarras rebeldes; era la novia perfecta y nosotros, que comenzábamos a hablar de la paja y sus secretos, éramos el público perfecto para sus historias de hadas urbanas, sus Lou Reeds haciendo cameos y sus riffs de guitarras que no estaban nada mal.
Mi primer CD. Fue mi primer CD y eso habla mucho. Pagué doce mil pesos en el Prodiscos de Unicentro, pagué con la plata de mi alcancía, con montones de monedas y billeticos arrugados.
Cuando le dije a mi mamá que se lo ofrecería a Núñez, que se lo grabaría, ella me dijo que no fuera tan regalado.
Núñez me visitó en mi casa, pasamos la tarde juntos y escuchamos el disco en la sala de mi casa. Luego fuimos hasta una papelería lejos en el barrio, para buscar un casette virgen en el que le grabaría el álbum.
Me imagino que se haría la paja escuchándolo, como yo.
Canta muy bonito Cristina… y los Subterráneos.