Una voz que me acompaña

Una voz que me acompaña.
Canta y practica sus líneas
para decirme sin decirme que me quiere.
Yo la descifro.
La voz me acaricia los pies,
me ofrece una cerveza,
me interroga.
Temo que desaparezca.
Que más tarde no queden sino el tren y el zumbido de los anuncios de neón
de las tristes tiendas solitarias en la noche:
unos ojos ojerosos que sin hablarme me venden la cerveza
y me la cobran cara.